Monday, April 16, 2012

El helado cada vez más malo

El helado cada vez más malo
Lunes, 16 de Abril de 2012 04:34
Escrito por Aimée Cabrera

Cuba actualidad Centro Habana, La Habana (PD) En Cuba, gracias al
embargo económico de los Estados Unidos y al derrumbe del campo
socialista de Europa del Este, hay como justificar lo injustificable. El
helado no deja de ser una de esas cuestiones.cola-coppelia

Sin gran repercusión en lo político, la mala calidad del helado sí
encaja en lo económico.

Si hace unos cuarenta años existían más de 20 sabores en la heladería
Coppelia, a cualquier hora del día o de la noche, bien servida la
ración, con variedades de presentación, a bola redonda, desde los años
90 del Siglo XX todo cambió para mal.

De nada le valió a la heladería más grande del país haber sido remozada.
Los que entran a comer helado van en fila como si fueran ganado y ya
nadie puede atravesar sus calles porque está toda enrejada con guardias
de seguridad que más que hablar, rugen.

Desde hace, años las bolas de helado en coppelia dejaron de ser
redondas. Ahora, redondas son las ganancias que se reparten al final de
la jornada entre dirigentes y empleados.

La corrupción ha llegado a instituciones más complejas. El desfalco de
Coppelia solo afecta al consumidor, que paga 5 pesos por cinco bolas
mediadas, a veces derretidas o con los peores sabores que deciden sacar
un día para terminar con ese sabor que no tiene salida, como sucede con
la menta, que sabe más a medicina que a helado.

En la capital han cerrado heladerías como el Copelita de La Víbora o el
de 25 y Malecón, en Centro Habana, ahora convertido en cabaretucho o bar
de mala muerte, cuando lo pueden abrir. Mientras la instalación se
destruye por la inclemencia del salitre que trae el mar tan cercano.

Otras heladerías, como El Lazo de Oro, en el mismo municipio, tienen un
servicio de venta de helado inestable.

El carrito del helado es más música que otra cosa: apenas unas paletas
de helado, que cuestan pesos y que embarran las manos de los clientes
por estar semi-derretidas.

Las variantes particulares son de helados caseros que no tienen el
terminado de los industriales pero despachan la bola redonda, grande y
con sirope. Te lo sirven en barquillos, cestas o vasos, con su cucharita
plástica.

"Es más caro que el de Coppelia, pero te satisface más"-dice un hombre
que acostumbra a comprarlo para su anciana madre cada fin de semana.

Los dirigentes de Coppelia cambian sin cesar y sus empleados se
enriquecen con el engaño y el maltrato al público, que tiene cada vez
menos opciones para poder merendar sin tener que gastar mucho dinero.

Para Cuba actualidad aimeecabcu2003@yahoo.es

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/3883-el-helado-cada-vez-mas-malo.html

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