Tuesday, November 1, 2011

Cuatro papas y un policia al final de la cola

Cuatro papas y un policia al final de la cola

Al parecer Raúl Castro y sus asesores en materia de agricultura tienen
también una fe inquebrantable en que sus reformas -tentativas, parciales
y a cuentagotas-- les ayudarán a superar la reputación de que la
agricultura cubana es como el Vaticano, que sólo ha producido cuatro
papas en 50 años.

Rolando Cartaya, especial para martinoticias.com 01 de noviembre de 2011

En el filme sudafricano "Fe como papas", basado en la autobiografía de
Angus Buchan, este agricultor de origen escocés convertido al
cristianismo siembra papas durante una terrible sequía y, contra todos
los pronósticos y los consejos, obtiene una gran cosecha de gigantescas
patatas.

Al parecer Raúl Castro y sus asesores en materia de agricultura tienen
también una fe inquebrantable en que sus reformas -tentativas, parciales
y a cuentagotas-- les ayudarán a superar la reputación de que la
agricultura cubana es como el Vaticano, que sólo ha producido cuatro
papas en 50 años. Pero al parecer, como los profetas de Baal en la
Biblia, le están rogando a un Dios equivocado

Lea si no la crónica que publica en Cubanet Leannes Imbert: en la
penúltima semana de octubre, en el mercado habanero de San Rafael y
Soledad, la policía tuvo que controlar la venta de papas, debido a que
los vecinos estuvieron esperando desde la madrugada como cosa buena el
tubérculo desaparecido meses atrás; la cola fue de dos cuadras, y pronto
se convirtió en un campo de batalla con agresiones verbales, golpes y la
llegada de la policía, que no se marchó hasta las 3 de la tarde, cuando
el producto se agotó.

No sé si se trata del mismo lugar, pero la blogger Rosa María Rodríguez
Torrado narra por estos días una historia similar en su bitácora La Rosa
Descalza. En el puesto de su cuadra estaban vendiendo papas, pero sólo
diez libras por persona, y la cola y el orden los estaba controlando la
policía.

Dice Rodríguez que a la población adulta cubana le han desaparecido
desde hace cinco décadas esta vianda, y la han debilitado haciéndola
correr de un lado a otro tras los alimentos. (Sobre todo desde que el
gobierno decidió el año pasado ir sacando artículos como la papa de la
libreta de racionamiento, y pasarlos a la venta liberada con un precio
varias veces mayor).

Y a juzgar por otro post, éste de Regina Coyula en su blog Malaletra, no
sólo la papa está perdida de los agros. Cuenta Coyula que ella tenía que
ir a la farmacia y su esposo, Rafael Alcides, le pidió que comprara
habichuelas, pepino y una mano de plátanos burros verdes.

Pero el poeta y periodista al parecer llevaba tanto tiempo como ella sin
pasar por un agro. "Mi primera impresión -dice la autora-- fue que lo
estaban desmantelando. De ocho tarimas, sólo dos estaban abiertas y la
oferta eran unos mazos enclenques de cebollitas moradas a seis pesos,
(baratos -dice-- si se compara con la libra de pepino a cuatro pesos o
el macito de habichuelas a seis) y un rastrojo de plátanos que nadie
compraría.

"¿Y aquí qué pasó?", le preguntó Coyula a uno de los tarimeros. "Las
lluvias", fue su lacónica respuesta. Pero tal como el sol sale para
todos, la lluvia también cae para todos. Entonces ¿cómo fue que encontró
a cien metros de allí dos carretillas de construcción cargdas de
tomates, ají, berzas y habichuelas, todo limpio, fresco y empaquetado?
Ah, porque el negocio -dice la blogger-- estaba a cargo de dos
emprendedores a los que la lluvia no les resultó un obstáculo.

La escasez de un producto lo encarece, y en el semanario Primavera
Digital, Rogelio Fabio Hurtado presenta la siguiente lista de precios
incrementados de los productos del agro en la Plaza de Marianao:
Cebollas, 24 pesos la libra; frijoles colorados, 15 pesos; frijoles
negros, 12 pesos; tomate de ensalada, 9 pesos la libra; plátanos verdes,
3 pesos cada uno.

Han subido tanto de precio las viandas y vegetales en la isla que en una
entrevista la semana pasada el periodista independiente tunero Alberto
Méndez Castelló atribuía la reciente explosión en la venta clandestina
de carne de res a que la libra de ésta es sólo un poco más cara que la
de muchos productos agrícolas en los mercados legales.

Y frente a esto, ¿qué hace el gobierno? Pues introducir reformas en la
agricultura pidiéndole permiso a un pie para poner el otro. Ahora, tres
años después de empezar a distribuir tierras en usufructo, están
considerando elevar para los usufructuarios más eficientes el límite de
13 hectáreas originalmente permitido. Ahora serían hasta 67 hectáreas (o
5 caballerías, el mismo límite marcado por la segunda ley de Reforma
Agraria de 1961. De modo que donde dije Diego, digo digo, y no se
preocupen, compañeros, que ahora sí vamos a construir el socialismo)

El economista independiente Arnaldo Ramos Lauzurique me dijo por vía
telefónica que a apenas unos meses del Sexto Congreso del Partido
Comunista ya algunos de sus lineamientos son un fracaso, como el de la
desaparición gradual de la libreta de racionamiento.

"Han tenido que paralizarlo, porque no han podido satisfacer la demanda
de renglones liberados como la papa, que debía aliviar las necesidades
alimentarias de la gente más pobre. Lo mismo está ocurriendo con otros
artículos des-racionados como los jabones, que sólo se encuentran, muy
caros, en las Tiendas de Recaudación de Divisas"

Acerca de la lentitud de las reformas en la agricultura, un sector
declarado por el propio gobierno como prioritario y de seguridad
nacional, Lauzurique señala que no sólo en la agricultura, sino en todos
los sectores el gobierno procede al mismo ritmo desesperante en lo
relativo a introducir cambios, por temor a hacer algo que se le pueda
escapar de las manos y poner en riesgo su poder.

A este paso, en el próximo quinquenio el general y sus asesores llegarán
a la conclusión de que eliminar el monopolio estatal de Acopio --que los
propios economistas oficialistas critican-- podría ayudar. Y tal vez
dediquen otro quinquenio más a estudiar cómo hacerlo, para empezar a
ensayarlo en el siguiente. El periodista cubano Alejandro Armengol ha
dicho que, a este ritmo, Raúl Castro tardará 200 años sólo en resolver
el problema de los alimentos en Cuba ¿Conocerá el heredero aquel
proverbio de que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista?

http://www.martinoticias.com/noticias/Cuatro-papas-y-un-policia-al-final-de-la-cola--132989323.html

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