Tuesday, October 12, 2010

Artificios suburbanos

Artificios suburbanos
Jorge Olivera Castillo, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Es triste admitirlo, pero
tanto la variedad en la oferta, como la existencia de precios
razonables, están lejos de concretarse en los mercados agropecuarios,
autorizados por el gobierno tras la debacle económica de 1993. Lo
anterior es fácil de comprobar si se observa la realidad, que no deja
lugar a dudas.

Las cosas seguirán, más o menos igual, mientras no exista un marco
adecuado de estrategias, se hagan cambios indispensables en el ámbito
jurídico en relación al derecho de propiedad, y se proceda a un
desmontaje real del entramado burocrático que agobia a la nación.

Desatar nudos mientras se tejen otros es parte del incoherente círculo
vicioso que no acaba nunca, y se une a la falta de una perspectiva
racional y pragmática.

Ahora vuelven a sonar los tambores del triunfalismo con la creación y
extensión del llamado Programa de la Agricultura Suburbana. Un plan
concebido para elevar la producción de alimentos a través del cultivo y
crianza de animales en zonas periféricas de las capitales provinciales y
los municipios. Aunque la prensa le ponga amplificadores y oropeles al
referido plan, iniciado en enero del año en curso, es difícil creer en
una mejoría sustancial en este rubro.

Hay una extensa historia de guiones de factura nacional relacionados con
la economía, que parecían obras maestras y al implementarse resultaron
gigantescos desastres, tanto materiales como psicológicos.

Esa ha sido la tónica que ha marcado el ritmo de una revolución, que
tras más de medio siglo de gestión, languidece entre serios problemas
que dejarán una herencia de demagogia y apatía a las actuales y
venideras generaciones.

Absurdas resultan las palabras del doctor Adolfo Rodríguez Nodals, jefe
del grupo nacional que atiende este proyecto. En recientes
intervenciones en los medios de comunicación, enfatizó el hecho de que
en nueve meses un total de 125 mil hectáreas fueron despojadas de
marabú, y se procedió a la siembra de diversos productos. También abordó
los esfuerzos para aplicar el plan agrícola en 156 de los 169 municipios
del país en un plazo que no debe exceder los primeros meses del 2011.

Lo cierto es que algo parecido sucedió con un programa similar conocido
como Agricultura Urbana, que tuvo como preámbulo una fantástica y
agresiva campaña publicitaria. Al final, los resultados fueron
marginales y el malgasto de recursos, enorme.

Cambiar de adjetivo no remediará la situación. Con la Agricultura
Suburbana tampoco habrá solución duradera al déficit en la producción
agropecuaria. Será un paso en falso, o con buena suerte, un pequeño y
opaco destello entre las brumas de una república en bancarrota.

oliverajorge75@yahoo.com

http://www.cubanet.org/CNews/year2010/Oct2010/12_C_3.html

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