Monday, March 24, 2014

Papa nuestra que estás en los cielos

Papa nuestra que estás en los cielos
Reparten tierra y hay menos papas que nunca. Eliminan los intermediarios
y se disparan los precios. ¿Quién arregla esto?
lunes, marzo 24, 2014 | Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba. – Los precios de productos agrícolas han subido entre
un 15 y un 25 por ciento los últimos meses. Una carga insostenible si
tenemos en cuenta los salarios de la población. La subida de precios
coincide con nuevas formas de comercialización. Resulta que el mecanismo
de acercar a productores y consumidores y eliminar a los intermediarios,
dispararon los precios.

Se cayeron de la mata: Un centro de investigación oficialista decide
echar a un lado el análisis de la comercialización, y se centra en la
producción.

Armando Nova González, investigador del Centro de Estudios de la
Economía Cubana, declaró al periódico Tribuna de La Habana: Los niveles
de producción debieron de haber aumentado con la entrega de tierras
ociosas a usufructuarios. Pero no ha sido así, entre otras razones, por
lo caro que el Estado les vende a los usufructuarios las herramientas e
insumos adecuados para poner a producir las tierras. Como es lógico, esa
carestía grava los costos, que finalmente influyen en los precios que
paga el consumidor.

Otras formas de producción— las Cooperativas de Producción Agropecuaria
(CPA) y las Cooperativas de Créditos y Servicios (CSS)— también han
visto afectados sus costos por los altos precios que pagan por el
combustible, los fertilizantes, los neumáticos y las piezas para
camiones y tractores. Todos ellos provenientes de un solo suministrador—
determinada empresa estatal—, lo que no brinda opciones a los productores.

Nova concluye que los costos no disminuirán— ni los precios minoristas—
mientras no exista un mercado de insumos, donde el productor pueda
seleccionar lo que necesita, con la única limitante de su capacidad de
compra, mediante créditos o ahorros personales.

Para verificar precios, decidimos visitar tres mercados agropecuarios de
la capital, cada uno con una forma distinta de comercialización. El
Mercado de Egido, de la modalidad de oferta-demanda, exhibía los
siguientes precios (todos por una libra de producto): el frijol negro a
10 pesos, el colorado a 15, el boniato a 2, el tomate ensalada a 5, el
pepino a 4, la malanga a 5 y el plátano burro a 10 pesos la mano.

Un punto de venta en la Calzada de Monte, arrendado a la CCS Juan Bruno
Zayas, presentaba estos precios: el frijol negro a 12, el colorado a 13,
el boniato a 2, el tomate ensalada a 7, el pepino a 4, la malanga a 5 y
el plátano burro a 10 la mano.

En El Arroyo, cooperativa no agropecuaria, el frijol negro a 12, no
había colorado, el boniato a 2, el tomate ensalada a 5, no había
pepinos, la malanga a 4, y tampoco había plátanos burros. Está claro, no
hay significativas variaciones en los precios entre las distintas formas
de comercialización. Nova tiene razón, son los elevados costos en la
producción, los que determinan los altos precios de venta a la
población. Pero, su sugerencia de un mercado de insumos para los
agricultores podría correr la misma suerte del mercado mayorista para
los trabajadores por cuenta propia… Y el precio de la papa seguirá por
los cielos.

Source: Papa nuestra que estás en los cielos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/papa-nuestra-que-estas-en-los-cielos/

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