Friday, August 17, 2012

Comer en lugar de jugar a la guerra

Comer en lugar de jugar a la guerra
Viernes, Agosto 17, 2012 | Por Alberto Méndez Castelló

PUERTO PADRE, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Autoridades de higiene y
epidemiología están reiterando la necesidad de mantener una higiene
adecuada para reducir los brotes epidémicos ocurridos en la vecina
provincia Granma y los frecuentes casos diarreicos reportados en los
últimos días aquí.

"No es cólera señora, no tema", tranquilizaba el doctor en su consulta a
una anciana de visita en la ciudad aquejada con profusas diarreas ya por
más de tres días.

"Cálmese. Esto es viral. Sólo debe tomar un vaso de agua hervida con
sales hidratantes después de cada deposición y reforzar la higiene en la
casa, sobre todo en el baño y la cocina. ¡Mucha agua y jabón!",
prescribía el doctor.

Pero el gran problema es que aquí no hay jabón, ni detergente, y el agua
escasea y es de dudosa calidad.

Cuando las autoridades eliminaron el suministro de jabón de tocador y de
lavar por la libreta de racionamiento, prometieron que venderían esos
productos a cinco y seis pesos cubanos en los mercados paralelos. Pero
sabido es que en Cuba las promesas duran muy poco.

"Aquí recibimos jabón de lavar y de tocador el viernes por la tarde,
pero ya se terminó", dijo la dependienta de un comercio el pasado sábado
por la mañana.

Este no es un caso esporádico, sino reiterado. En las últimas semanas,
conseguir un jabón para bañarse o para lavar la ropa, fuera de las
tiendas que venden en moneda dura, es una misión casi imposible.

En las tiendas eufemísticamente llamadas "recaudadoras de divisas", no
encontrará usted un jabón de lavar por menos de 0.40 CUC, lo que
representa unos 10 pesos cubanos.

Incluso, durante las últimas semanas aún en las tiendas que venden en
divisas era imposible encontrar detergente, y las frazadas para limpiar
el piso eran un objeto raro.

En cuanto al agua, el asunto no marcha mejor. Aunque Puerto Padre está
situado en una colina con excelente drenaje natural, hoy sus calles –con
la excepción de las avenidas principales- semejan cráteres volcánicos
donde se acumula el agua de lluvia y la de los muchos salideros de las
tuberías del acueducto que, al dejar de bombear, hace que esas aguas
contaminadas con residuos de las cloacas se infiltren en la red de
abasto público.

"Con la situación de higiene que tiene la ciudad, somos afortunados con
presentar solo algunos casos diarreicos. No quiero ni pensar en un brote
epidémico aquí", dijo un especialista que pidió no publicar su nombre.

Una pareja de campesinos -él de 86 años, ella de 81- hacían cábalas. "O
compramos aceite para cocinar o jabón para bañarse y para lavar", decían.

El pasado 26 de julio, al referirse a la situación de insolvencia
padecida por los cubanos, el general Raúl Castro comentó: "Así estamos
todos".

No creo que el generalato tenga que elegir como aquellos ancianos entre
comer arroz con frijoles sin aceite o bañarse como Dios manda para
cumplir con las prescripciones de los doctores de higiene y
epidemiología, y así librarse del cólera.

Un hecho es incuestionable. En Cuba existe un plan castrense
desproporcionado en relación con la población de la nación, y sus
automóviles, tanques de guerra y aviones consumen miles de toneladas de
combustible y aceite lubricante que bien pudieran usarse en los
tractores en la agricultura y en fabricar jabones. Así estaríamos todos
más saludables y dedicados a producir, en lugar de mantener al país
jugando a la guerra.

http://www.cubanet.org/articulos/comer-en-lugar-de-jugar-a-la-guerra/

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